El modelo de gestión tradicional está siendo reemplazado por formas más participativas, más colaborativas y más humanas de hacer empresa. Las organizaciones y los equipos de trabajo están integrados por personas, y las personas tienen comportamientos, emociones, deseos, y su propia historia. Si en lugar de minimizar estos factores, los abrazamos y los incluimos en la gestión, pronto comenzaremos a presenciar increíbles mejoras.
La productividad no solo se refiere a cuánto se produce, sino a qué tan efectivas son las propias relaciones personales en el contexto profesional. La fórmula es muy sencilla: R=R (Resultados = Relaciones). Esto quiere decir que la manera más efectiva de mejorar los resultados es mejorando las relaciones que existen entre los miembros y no solamente atendiendo los procesos y las tareas que ellos realizan.
Pero en este camino no faltan los desafíos. Para facilitarlo, me propuse tomar lo mejor de dos mundos, el Coaching y Scrum, y combinarlos en una novedosa forma de ver los equipos de trabajo para exponer su alma. Quien se sumerja en esta lectura, encontrará experiencias, propuestas novedosas, recomendaciones útiles y la descripción de un completo marco de trabajo relacional.
Este es un momento clave en la historia del mundo del trabajo. Y muchas empresas ya están dando el gran salto.
¿Estás dispuesto a conocer esta nueva forma de trabajar y relacionarnos?