Es un modo de pensar y actuar con foco en la capacidad de adaptación, los resultados y la satisfacción de las personas.
Los elementos que componen al corazón de la agilidad son cuatro
La propuesta es colaborar para entregar valor y reflexionar para mejorar.
Muchas veces las organizaciones y las personas se plantean objetivos en forma de deseos a lograr, pero no siempre encuentran un camino de aprendizaje para alcanzar esos objetivos de manera sostenible.
Por ejemplo, Lucía tiene un objetivo expresado como deseo:
“Quiero que junto a mi equipo seamos más productivos y felices”
Pero cómo sabe Lucía que ha logrado su objetivo, cuál es la mejor manera para llegar a él.
Podría plantearse esas preguntas desde el corazón de la agilidad:
De esta manera, el corazón de la agilidad es a la vez muy simple y muy poderoso para responder preguntas y ayudarnos a tomar la acción.
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